Uno de los objetivos de agenda 2030 es gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad.
En eso CAAE tiene mucho que decir ya que como defiende el objetivo 15 de la agenda 2030 que promueve el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, la gestión sostenible de las superficies forestales, detener e invertir la degradación de las tierras y frenar la pérdida de la diversidad biológica son objetivos alienados a los valores de la industria ecológica.
Los efectos de la agricultura ecológica ha sido objeto de interés para los investigadores. La teoría señala que las prácticas de la agricultura ecológica, la cual excluye el uso de pesticidas y fertilizantes sintéticos, puede ser beneficiosa para la biodiversidad, y existen hechos que parecen confirmarlo. Si contamos todas las especies asociadas, hay una media de un 30% más en las fincas cultivadas ecológicamente que las que lo están con métodos de agricultura convencional.
El aumento de la biodiversidad que se produce en la agricultura ecológica genera un capital natural a las personas. Las especies encontradas en la mayoría de las fincas ecológicas ayudan a la sostenibilidad de ese tipo de agricultura al reducir la necesidad de insumos
Los agricultores que producen ecológicamente reducen el riesgo de bajas cosechas promoviendo la biodiversidad. En agricultura ecológica se ha notado un aumento de las poblaciones animales.